Arena y agua son los componentes comunes de las playas pero existe una amplia diversidad; viento, sol, calas, dunas… ya que dependiendo de nuestros intereses iremos en busca de una u otra cosa.
Empezando por el norte, donde quizás hay más variedad, tenemos las costas bañadas por el océano Atlántico y el mar Cantábrico que siempre son símbolo de oleaje y frescura en la temperatura del agua. Tenemos desde Galicia a País Vasco un buen número de playas. A su favor tiene ese oleaje que durante todo el año atrae a sus costas un buen número de surfers. Por destacar alguna podríamos citar a la famosa ola del Pantín, una ola derecha y redonda que se ciñe al acantilado y que es visitada por surfistas australianos y del norte y el centro de Europa. Podríamos citar también a la más que conocida Mundaka (desembocadura de la ría de Urdaibai, Vizcaya) donde su famosa ola de izquierda, considerada la mejor de Europa, se forma con la marea baja cuando las aguas que salen de la ría se encuentran con las del Cantábrico y las olas superan el metro y medio de altura. Con vientos del sur-suroeste, pueden llegar a alcanzar los cuatro metros de altura y 400 metros de largo.
El cantábrico también nos ofrece playas familiares y de relax, playas como la de Torimbia y El Silencio (Asturias), Grande Miño (Galicia), playa de las Rodas en las Islas Cíes (Galicia), Berría (Cantabria), Zarautz (País Vasco) y un largo etcétera.
La costa mediterránea a lo largo de sus 1200 km, que abarca desde la Costa Brava a la Costa del Sol, es conocida por sus cálidas y tranquilas playas. A destacar la Playa de los Muertos de Almería, la fabulosa colección de calas en las que nos podemos perder en el archipiélago Balear, sin olvidar la puesta de sol en alguna playa ibicenca.
El Océano Atlántico no solo baña las costas gallegas si no que nos regala un pequeño rinconcito en las costas gaditanas y onubenses que se estiran al Algarve portugués. En las playas de El palmar o Bolonia en Cádiz se puede disfrutar de interminables metros de arena y dunas además de disponer de una de las cunas españolas del Kitesurf (Tarifa). En un día despejado desde la punta de Tarifa podemos llegar a divisar el vecino continente africano.
A unas horas en avión y no por ello menos importante está el querido archipiélago de las Islas Canarias. En ellas podemos encontrar grandes paraísos como las playas de Sotavento y Barlovento cunas de Kitesurf o Windsurf en Fuerteventura, playa de San Juan en Lanzarote, las dunas de Maspalomas en Las Palmas, Los Gigantes en Tenerife o incluso La Restinga (El Hierro) en el mar de las Calmas donde podremos disfrutar de una de las mejores inmersiones que existen.
La oferta es inigualable, ya sea con amigos, con familia, con mascota... Solo queda elegir el traje de baño y zambullirse en una mar de experiencias.
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